YO ROMPO

Me despierto con esa canción que oí y bailé ayer tantas veces. Tarareándola mientras me voy desperazando. Fiestas del pueblo. Todo el año esperando a que llegue el día, después de un año en el insti… por fin llega para dejar atrás los apuntes, los agobios de los exámenes… y dar comienzo al verano con buen rollo, con la cuadrilla dándolo todo en las fiestas. Suena el móvil. Es el grupo de whatsapp de la cuadrilla. Un vídeo. Luego lo miro. Me levanto para comer con el resto. Hoy es el día grande y tenemos comida familiar. Con mis primas y primos que vienen todos los años para este día.

Sigo con la misma canción en la cabeza mientras me doy una ducha recordando lo bien que nos lo pasamos anoche. De repente POM! POM! Golpe en la puerta. Es mi hermano, que me dé prisa, que tiene que entrar. También añade “qué fuerte lo del vídeo, ¿lo has visto?”. Le digo que se pire, que ya salgo, y recuerdo que ha llegado algo al grupo pero que no lo he abierto, que sería algún video chorra y que ya lo vería después. Nos mandamos tantos mensajes que estar online todo el rato resulta cansino.

De vuelta a la habitación para vestirme, cojo el móvil, y veo que hay 40 mensajes sin leer después del vídeo. Los leo por encima y todos son del pelo de “si es que claro, iba super borracha…”, “menuda guarra”, “se lo he mandado a la gente de clase y han flipado”, “menudas risas, a ver cómo sale hoy de fiesta”, “yo le entré y la tía pasó de mí y mírala cómo termino”, “ah, pues a mí me entró ella, vamos que es una calientapollas” … Y otros mensajes de ese pelo. Lo cierto es que me entra curiosidad de ver el vídeo. Le doy al play. Reconozco el lugar, y hasta reconozco la canción que suena de fondo que es la misma con la que he despertado. Pero si son imágenes de anoche. Escenas de un banco cercano a la plaza donde estuvimos bailando, hablando… Pero que están grabadas desde una distancia. Y en el banco, un chico y una chica dándolo todo también… Y también reconozco sus caras. Una compañera de clase con la que tampoco tengo mucha relación. Y él va a clase de mi hermano. Los vi tonteando en la txosna. Pensé “mira éstos… que majos…”.

Mi primera reacción es la de flipar. Y luego me siento de alguna manera cómplice de la grabación. Me gustaría escribirle un mensaje, decirle que la gente es idiota, que cada cual hace lo que le da la gana con quien le da la gana (o eso por lo menos es lo que he oido muchas veces de esas voces que ahora se ríen y dicen que es una guarra). Pero tampoco se me ocurre cómo entrarle, ya que seguramente le habrá llegado el vídeo. Y tengo en mente los mensajes que hay en el grupo. Todos sobre ella, que si es una guarra, que si claro lo estaba buscando…

Salgo. Mi hermano se echa unas risas, dice que tiene mogollón de reproducciones, que menudo máquina el tío… Estallo. Se acabó. No quiero sentirme cómplice de esto. No quiero serlo. No voy a serlo.

Si te echas unas risas…

Si piensas que claro, si te pones así delante el mundo…

Si lo grabaste…

Si lo subiste …

Si lo compartiste…

Si pensaste que porque ocurriera en el espacio público tenías todo el derecho a grabarlo/difundirlo/invadir su intimidad…

Si haces comentarios despectivos…

Si contribuiste a que este video fuera viral…

Si aprovechas la situación para hacer comentarios despectivos sobre el cuerpo de ella…

Si en una pareja de chica y chico piensas que la chica es una guarra y el chico un máquina…

… eres cómplice.

 

Yo no quiero serlo. Porque podría haber sido yo la del vídeo y porque nadie tiene derecho a meterse en lo que yo haga. PORQUE ES MI INTIMIDAD. Pongo en el móvil NO TIENE GRACIA. NO QUIERO SER CÓMPLICE DE TODO ESTO. QUIERO BAILAR, QUIERO GOZAR, QUIERO LIGAR SIN QUE NADIE QUE YO NO SEPA O CONSIENTA ME GRABE.