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Más allá del envoltorio

Irati García López de Aguileta

Menudo año…

Si hace año y medio alguien nos hubiese dicho que en 2021 íbamos a estar así… nunca nos lo hubiéramos imaginado. Al añadido de los exámenes, las amigas, los ligues y la familia, se le suma un confinamiento y medidas de distanciamiento social… ¡Como si no tuviéramos bastante ya!

Durante este tiempo han cambiado muchas cosas, muchas habéis tenido que convertir vuestras habitaciones un aula y conseguir la fortaleza para hacer frente por vosotras mismas a esos exámenes que tanto temíais. Otras, habéis tenido que posponer muchos de los planes que llevabais meses preparando. Para todas, el confinamiento ha supuesto distanciarse de la familia y las amistades y tener que verlas a través de una pantalla. Está guay comunicarse a través de redes sociales, pero no todo el rato. En mitad de toda esta situación, las rutinas han cambiado y es normal que hayamos adquirido nuevas costumbres.

Photo by Christian Wiediger (Unsplash)

Muchas han cambiado sus hábitos de alimentación, otras han comenzado a hacer nuevos deportes, aprovechando para animarse con el subidón de endorfinas. Algunas han dormido más que en un año entero y otras han tenido problemas para descansar…

Durante los primeros meses, hemos aprovechado para ver todas esas series y películas que teníamos pendientes, para iniciar nuevas aficiones… pero pasado un tiempo al final cansa. A veces, las redes sociales han sido la mejor manera de desconectar de casa y de conectar con el resto, pero también el foco de muchas inseguridades.

Es difícil compararse con una persona que monetiza su imagen y no sentir que salimos “perdiendo”, y más si es una imagen retocada. Aunque esa imagen es solo eso, una imagen. Pero…en un momento en el que estoy aislada de mis amigas, que solo veo fotos del confinamiento con filtros… ¿se me está yendo la olla si me veo mucho mas fea que antes?

 

ES NORMAL

Ante esta situación, es normal que pensemos en cuidarnos y que eso implique… ponernos a dieta, comenzar a hacer cierto deporte para “quemar” o comprar ciertos productos. Las imágenes que solemos consumir siempre son perfectas, pero son un instante que no refleja la realidad. Además, somos mucho más que un físico, ¿acaso sólo importa eso? Cada día vivimos con nosotras mismas un montón de cortocircuitos, complejos, bajones y emociones y a veces olvidamos esa parte tan importante que es cómo nos vemos y nos tratamos a nosotras mismas. Por eso, te traemos…

Photo by Lutchenca Medeiros (Unsplash)

 

Tips para cuidarte:

  • Aprende a escucharte y reconectar contigo. Para eso, te recomendamos que realices alguna actividad que implique reconectar con el presente. Si estás a tope y no puedes, te recomendamos la app Lojong, que incluye un montón de dinámicas de meditación y mindfulness. Nuestra recomendación: el programa Camino.
  • Marca tus propios límites e identifica aquellas personas que suman y aquellas que restan. ¡No queremos gente que nos haga sentirnos pequeñitas o que no nos acepta como somos! Eres suficiente tal y como eres.
  • Señala la cosificación. ¡Nuestro cuerpo no necesita tu aprobación! Si vemos a chicos hablando de otras chicas como si fuesen objetos, ¡responderemos todas a una!
  • Hay veces en los que la bajona nos cuesta un mundo y siempre nos viene bien recordarnos que, a pesar de todo, a menudo hacemos las cosas bien. Te animamos a pensar cada noche antes de ir a dormir en tres cosas que has hecho de las que te sientes orgullosa. ¿A veces se te olvida o te da pereza? La app MoodSpace te da la posibilidad de esto y mucho más, puedes registrar estas ideas en nubes para revisarlas en otro momento y te da la posibilidad de analizar tus pensamientos negativos y cómo te han hecho sentir.
  • Revisa tu feed. Lo que ves en RRSS tiene un efecto directo en tu percepción corporal… ¡y puede que en tu estado de ánimo! Asegúrate de que los contenidos que consumes no reproducen ideales de belleza inalcanzables y que valoran las diversidades.

10/09/21

¿Navegando en ciberfeminismos, sin agua?

En las redes sociales digitales, como en otras telarañas, ocupamos espacios o quizás sufrimos de esos espacios, ambas cosas son legítimas.

Artículo traducido de este redactado por Emoki.

Sare sozialen ikonoen irudia
Argazkia: Brett Jordan (Unsplash).

En primer lugar, está claro que existen ciertas coincidencias entre los feminismos y los ciberfeminismos. Pero, hoy me parece que es conveniente tener claro que también hay algunas diferencias. A la hora de subir algo públicamente a la red yo no podré gestionar hasta dónde va a llegar toda esa información y mucho menos qué van a hacer las demás personas con ese contenido. Por otro lado, los malos entendidos a la hora de mantener conversaciones es más fácil y puede aumentar el control interpersonal (las app y redes por su configuración de privacidad no permiten una comunicación saludable). Además, en muchas comunidades es difícil o imposible encontrar espacios seguros y existe una gran impunidad con las críticas y la violencia que tienen que ver con los feminismos, es decir, aunque hay medidas que pueden castigar algunas actitudes y denunciar algunas conductas y comportamientos, realmente no hay mucha ayuda. La información que difunden muchas cuentas puede ser difícil de discriminar y en general los cuerpos, las eróticas y las conductas de las mujeres se ponen en entredicho una y otra vez.

Parece que en Internet y en las redes sociales hay muchas formas de vivir los feminismos y podemos olvidar que aprender a cuidarnos es tan importante como otras varias asignaturas, es decir, debemos recorrer el camino del autocuidado. Al adentrarnos en el ciberfeminismo; los mensajes, los vídeos, la navegación entre miles de redes diferentes y de múltiples contenidos, hacen aflorar emociones y/o sentimientos diferentes y todo lo que sentimos necesita espacio, sin olvidar que así nos valoramos nosotras mismas.

Al subir una foto, escribir un comentario, opinar, no opinar, disfrutar de mi erótica intercambiando mensajes y fotos, ver y disfrutar de un contenido que no se corresponde con mis «valores» e «ideas», tener inseguridades, subir las cosas que subo, pensar cuál va a ser la opinión de las demás personas, compararme constantemente… mis emociones y sentimientos pueden ser muy diferentes. Cada una de nosotras tendrá una sensación diferente, pero eso puede cobrar fuerza con el impacto que tiene el monstruo de internet.

Hay que transitar las emociones, sentimientos y sensaciones que aumentan y son a través de estos espacios. Y, ¿de qué queremos alimentarnos en esta transición?

Pertsona bat ordenagailuarekin
Towfiqu Barbhuiya (Unsplash).

De alguna manera tendremos que intentar buscar nuestro lugar, teniendo en cuenta que podemos cansarnos de ese lugar y que es posible cambiar de opinión y no pasa nada. Estaría bien si ponemos el foco en el autocuidado, y esa autovigilancia será de cada una y única, construida y hecha a la medida que cada una necesite. Algunas ideas que pueden ayudarte son:

  • Si me duele seguir algunas cuentas, puedo dejar de seguirlas. ¡Adiós!
  • Puedo borrar mi contenido porque igual no me identifico ya con ese contenido. ¡Al Garbigune!
  • Ten en cuenta que las redes sociales están diseñadas para su uso compulsivo. ¡Atención!
  • ¡Tengo derecho a disfrutar de mi erótica sin presión! ¡Disfruta!
  • Tenerlo claro en las redes sociales: que si sentimos dolor, cansancio, incomodidad, aburrimiento o tristeza estamos eligiendo un contenido que quizá no sea sano para nosotras. ¡Sentidlo!
  • Compartir cualquier problema o duda con nuestros amigas. ¡Pide ayuda!
  • Busca y disfruta de espacios, cuentas y contenido que inspiren y emocionen.Y mientras navegamos en el barco que son las redes, ¿dónde está el agua?

Instagrameko kontu feministak

El agua somos nosotras, son nuestras allegadas, el agua es sentir, el agua es inspirarse con las otras mujeres, el agua es sentir sororidad, el agua es sentir fuerza y empoderamiento con las amigas feministas, el agua es el abrazo de las personas más cercanas, el agua es poner el cuidado en el centro, es hacer el camino para ser como somos y para ser libres.

De modo que, ¿nos vamos al agua?

Aquí puedes encontrar a algunas mujeres inspiradoras y generadoras de contenidos de interés, la mayoría de ellas en redes sociales:

Libros:

  • Feminismo para principiantes
  • El segundo sexo
  • Teoría King Kong
  • Una habitación propia

 


22/07/21