¿QUIÉNES SOMOS? ¿QUÉ SOMOS?

RELACIONES

Cuántas veces me habré hecho esta pregunta a mi mismo cuando tenia doce, catorce, dieciseis años. A decir verdad, la pregunta que me hacia era «qué soy yo». Mi ser me planteaba preguntas en algunos momentos y el entorno lleno de reglas, en el colegio, en la calle, en casa, me hacía muy difícil romper con las normas. Los chicos tienen que estar con los chicos, y yo me sentia más a gusto con las chicas. Mas tranquilo. No disfrutaba de la mayoría de cosas que hacian los chicos, del ambiente que se creaba. Tenía otro amigo, Joseba, que decia que no le gustaba cómo se trataban los chicos entre ellos, tampoco cómo hablaban sobre las chicas. Yo muchas veces iba con ellos, pero mis mejores amigas, eran chicas.

Tenía unos quince años cuando me dí cuenta que me gustaba un montón un chico de otra clase. Y decir eso, siendo chico, es un pedazo de problema. Entonces empezaron las preguntas. Si no me siento a gusto entre los chicos, entonces ¿no soy totalmente un chico? Si me gusta un chico, ¿soy gay? ¿Qué es lo que quiero ser? Pero sobre todo, ¿qué puedo ser? Sería una tontería decir que «fuí lo que yo queria ser». No, no… fuí (y soy) lo que puedo ser. Para empezar, le dije al chico de la clase de al lado que me gustaba, y aunque no ligamos, todo fue bien. Somos grandes amigos desde entonces. Yo busqué los espacios que necesitaba para estar tranquilo, para sentirme protegido. Y muchos de esos espacios son hoy en día refugios también. Y hemos hablado mucho sobre estos temas. Qué movida tener tanta historia porque otros piensan que somos «diferentes»: tener que etiquetarnos, que somos gay, lesbiana, trans; andar con cuidado con lo que contamos a las y los amigas y amigos, apenas oir nada sobre sexualidades cuando se habla en clase de educación sexual…

 

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