QUERERNOS Y QUERER NUESTROS CUERPOS, ¡VIVIRLOS CON ACTITUD BELDUR BARIK!

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«Vivimos en una sociedad obsesionada con los cuerpos de las mujeres: los exhibe y los tapa, los sexualiza y los degrada, los adora y los teme. Se nos ha enseñado a idolatrar los cuerpos ficticios y a despreciar, ridiculizar y censurar los cuerpos reales. Las revistas «femeninas» nos exigen que nos queramos tal y como somos mientras que nos indican amablemente que somos demasiado gordas, o demasiado flacas, o demasiado planas, o demasiado prominentes, para que nadie nos quiera nunca. Sólo se nos permite aceptarnos si cumplimos patrones que, antes de pasar por photoshop, no existen.
Ante esta anulación de nuestros cuerpos, nosotres nos reivindicamos diverses y reales. Frente a la imposición imposible de lo que deberíamos ser, de lo que deberíamos mostrar y de lo que deberíamos ocultar, hemos decidido manifestar con esta campaña el derecho de todos los cuerpos y de todas las personas a existir sin culpas.
Porque nuestro cuerpo es real, los estereotipos no.»

Feminismo Unizar

Escuchar es muy importante. No escuchar como uno de nuestros sentidos. Si no escucharnos a nosotras y nosotros. A nuestros cuerpos. No lo que nos dicen, cuentan, venden los anuncios, las revistas o los estereotipos de belleza. «Si, claro, eso es muy facil decirlo… ponte tú en mediodel pasillo diciendo que quieres escuchar a tu cuerpo, no lo que te dice ese grupo de chavalas y chavales que te escanean con la mirada. Que tu cuerpo te dice que no estás enferma porque estés gorda, que no soy anorexica porque esté delgada, que no estoy incapacitada o incapacitado porque me mueva en una silla de ruedas, que porqe siendo chico me guste maquillarme no soy una nenaza ni un marica (y si lo soy, esto no es asunto de nadie si lo soy, a no ser que yo lo quiera…)». Sabemos que es una lista muy larga, lo sabemos.

Opiniones. Opiniones acerca de nuestros cuerpos. Opiniones que no hemos pedido. Que incluso las hemos dado sin que nos las pidan. Aquí cualquier persona está legitimada a dar opiniones.

Si eres chica, se supone que vives para recibir esas opinines, desde pequeñas se nos enseña a recibir esas opiniones, hacerlas nuestras, recibir los golpes elegantemente como si estuvieramos en un ring. Vamos, que es mejor no hacerles frente… y las interiorizamos, las hacemos nuestras, nos las creemos. ¡Estamos hartas! Aquí lo que nos cuentan Locas del coño en una de sus publicaciones:

«En este sistema patriarcal, todas somos cosificadas y valoradas por nuestro cuerpo; la mujer es tratada como un objeto de deseo a merced del hombre, sujeto de poder. Se nos exige permanecer deseables según el canon de belleza establecido. Se entiende pues, que nuestro cuerpo siempre puede ser modificable, perfeccionado, para alcanzar reconocimiento social a través de la mirada masculina. Todas, absolutamente todas, recibimos comentarios malintencionados, valoraciones no demandadas, palabras obscenas o palabras de desprecio por nuestro cuerpo, consejos sobre como ser y estar. La mujer gorda es juzgada como una persona incapaz de perder peso, una vaga que no se mantiene saludable. La hipótesis de una posible depresión justifica su realidad corporal. A la mujer delgada se le aconseja coger algo de peso y se le insinúa padecer alguna enfermedad o anorexia. Del mismo modo, se le atribuye la incapacidad de comer saludable y la posibilidad de ser inestable emocionalmente (porque como ya sabéis, las mujeres somos todas unas histéricas).»

Con este vídeo también queremos recomendaros un artículo de Klitto sobre este tipo de publicidad, esa que llaman publicidad inclusiva. Haz click aquí para leer el artículo.

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