El otro día fuí con los colegas a la playa. Como el calor no era impresionante, hicimos menos viajes de los habituales al agua. De todas formas no nos faltaron ocasiones para andar jugando en las olas. En días como estos los días son como largos y nos da tiempo a hacer de todo: jugar a las cartas, a las palas, al futbol con el balón blando… En una de estas estábamos cuando se acercó una mujer a mitad de la tarde y nos dijo bastante seria: «¿Pero vosotros creéis que la playa vuestra, no? Chicos… Ocupando siempre el doble de lo que ocupan».
Como podeis imaginar no nos quedamos callados… Si quieres seguir leyendo, pásate a la versión en euskera. Haz clic aquí.