Las relaciones de poder son la base del bullying

En el anterior post hablamos sobre la normalidad, y también sobre la «manía» que cierta gente tiene para «hacernos ver y comprender» que sus formas de relacionarse y actuar son adecuadas o apropiadas y las nuestras u otra no. ¿Quién es quién para decirnos que lo que hacemos, nuestra identidad sexual, nuestro genero… no es adecuado?

¿Qué tipo de relaciones establecemos entre nosotras y nosotros? ¿Quién coge el poder, o cómo le damos el poder a una persona o varias cuando estamos en grupo? ¿Por qué? ¿Quién decide cuál va a ser nuestra responsabilidad en un grupo? Como deciamos en el anterior post, muchas veces somos lo que nos dejan ser. ¿Acaso nos tenemos que quedar en eso?

Mira a tu entorno, ¿cómo creamos y establecemos las relaciones? ¿Quién ha dicho que tenemos que hacer caso a todo lo que dice la persona o personas que tenemos en frente, sin rechistar? ¿Cómo ha cogido el poder esa persona? ¿Al final no creéis que la gente le hemos dejado que coja ese poder porque no hemos podido hacerle frente o responder cuando ha habido una agresión? Y no tiene que ser una agresión física. Poneros en la situación. Alguien empieza a hacer bromas sobre el comportamiento, la identidad sexual, la «discapacidad» de alguien… y el grupo miramos al suelo… como en los comics de Asterix y Obelix cuando los romanos pedían voluntarios para ir a luchar contra los galos… ¡Tenemos que dejar de ser cómplices! ¡Tenemos que responder ante las agresiones! ¡Tenemos que dar una respuesta colectiva! Que no vamos a permitir más agresiones, ¡vengan de donde venga! ¡SE acabó! Porque atacar a aquello que es diferente es simplemente miedo. Simplemente miedo a lo diferente.

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¡Revisa tu actitud y comportamientos! ¡Pon en práctica la Actitud Beldur Barik!