La próxima vez no haré nada

hacer-algo

Estaba de charleta con un colega hace unos días. La gente de Beldur Barik vino al Gazteleku hace un par de días. Nos hablaron de violencia machista, lo de siempre. La gente se pensará que nosotros no hablamos suficiente sobre este tema, pero creedme, últimamente hablamos un montón sobre ello. Cuando vinieron al Instituto a realizar el taller, no se cuántas horas estuvimos hablando del tema. Luego la de inglés nos dijo que hicieramos una redacción sobre ello. Y ahora en el Gazteleku también, a vueltas con el tema.

Sé que es un tema grave y todo eso, que lo que está pasando no es una chorrada, pero jope, hablar de ello toooodo el rato… ¿Qué estamos? ¿Obsesionadas y obsesionados? Las chicas sufren diariamente un montón de violencias. Puede que la física sea la más conocida, pero también está la psicológica, el ninguneo diario, la económica, la del mundo de la cultura… Y si, estoy de acuerdo en todo ello. Pero al fin y al cabo, ¿Qué puedo hacer yo, un chico, sobre todo esto? Nos dicen que «tenemos que hacer algo», pero, ¿Qué?

Hagamos lo que hagamos nunca es suficiente. «Habrá que empezar por algún lado», me dice un colega. Si en cuanto pasa algo vamos como locos contra la persona que ha agredido, nos dicen que nos comportamos como machotes y que así, no ayudamos. «Lo que pasa es que hacer algo no es ir contra alguien al momento, sino contar con el resto para hacer algo conjuntamente, haciendonos responsables cada una y cada uno de nuestras obligaciones». Parece que no podemos hacer nada como chicos. «Ser chico es parte del problema, y tenemos que saber cómo alejarnos de ese rebaño (o ese grupo de lobos) y pensar de otra manera». Jope, pero entonces, ¿qué hago? «Pues no sé qué haremos, pero piensa que hacer algo no es hacer lo que tu quieras, hacer algo pueden ser muchas cosas».

Me he quedado pensativo, «la próxima vez igual no hago nada», he pensado. Pero no, sé que es imposible no hacer nada.

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