KEEP ON MOVING! ¡CONSTRUYENDO RELACIONES POSITIVAS!

La semana pasada os deciamos que el amor no es magia potagia… ¿Queréis discutir y reflexionar con nosotras y nosotros sobre cómo construir relaciones positivas y el amooor? ¡Al lío!

 

=Igualdad=

No, no es que se nos haya rayado el disco con la palabreja de marras… Sino que nos parece vital que recuerdes que las relaciones, sean del tipo que sean, deben darse en igualdad. Si te relacionas desde arriba, desde abajo… la cosa no va a cuajar, y posiblemente las dinámicas que se den entre vosotras y vosotros sean de todo menos equilibradas. A veces quien tienes delante tendrá que ceder. A veces tendrás que ceder tú. Otras veces deberéis asumir que llegar a un entendimiento conllevará mucho y mucho diálogo. Pero recuerda que ejercer el control sobre alguien o que ejerzan el poder sobre ti, apesta por todos lados. ¡Con lo bonito que es relacionarse de tú a tú! ¡No abuses del poder que tengas ni permitas que abusen del poder que puedan tener sobre ti!

 

Tiempo…

El tiempo es un factor clave a la hora de entablar relaciones positivas. ¿Tiempo? ¿Qué quieres decir con tiempo?-preguntas mientras clavas tu pupila en mi pupila marrón… Pues me refiero simple y llanamente a que como decíamos antes, las relaciones se CONTRUYEN, no vienen dadas. Esto se traduce en que de la noche a la mañana las cosas no van a ser como quieres que sean, y que todo periodo de adaptación a algo o alguien, requiere de tiempo de calidad. Y queremos hacer hincapié en que ese tiempo que inviertas si no es de CALIDAD, mal vamos. ¿Por qué? Porque la intimidad, la complicidad, el cariño y la confianza requieren cierta dedicación. ¿No te parece? ¡Pues hala, ya sabes, a sacar tu reloj de arena y ponerlo sobre la mesilla de noche!

 

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Comunicación

Evidentemente no hay relación personal ni amorosa posible, sin hablar. Y no nos referimos a volcar tu carretilla de verborrea en medio de cualquier encuentro. Comunicarse implica hablar, es decir, decir lo que te pasa por la cabeza, lo que te apetece, lo que no te apetece… pero también es importante dedicar tiempo a escuchar lo que nos llega de la otra parte. Hay ocasiones en las que cuando nos dicen algo, nos ponemos a la defensiva, nerviosas, nos alteramos, porque pensamos que nos están culpando de cómo se siente quien habla en ese momento. Hay otras veces, en las que cuando alguien explica una queja, nos sale acto seguido ofrecerle trescientas soluciones por minuto. Y no. Ni una cosa, ni la otra, son buenas maneras de hacer una escucha activa de alguien que se te está abriendo en canal. Cuando alguien quiere comunicarse contigo, es bonito que recibas y recojas lo que se te dice sin tomártelo personal. La literalidad es algo muy útil que puede venirte bien a la hora de no ponerte a la defensiva con lo que escuchas. Del mismo modo, intentar solucionar sistemáticamente cualquier conflicto que escuchas, también puede resultar condescendiente a aquella persona que comparte contigo lo que le sale de las entrañas. En vez de ponerte a dar ideas a diestro y siniestro… ¿Qué te parecería preguntarle lo que necesita? 😉

Por supuesto, la asertividad de la que hemos hablado anteriormente, es decir, expresar sin tapujos ni dobleces justamente lo que quieres decir intentado no herir a quien tienes delante, será tu mejor amiga junto con la literalidad que antes hemos mencionado. Y claro, recordemos que no hay que hablar de lo mundano y lo divino todo en una atacada en los siguientes sesenta minutos… En ocasiones es mejor tener pequeñas conversaciones espaciadas, que el diálogo más intenso de la capa terrestre, ya que éste último es posible que te deje hecha puré y sin ganas de que vuelva a repetirse.

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Ganas

Todo lo que te hemos contado hasta ahora es muy útil a la hora de entablar relaciones personales positivas… Pero realmente, la prueba del algodón definitiva son las ganas. Si tú te propones construir una relación igualitaria, paciente y progresiva y comunicativa… es porque tienes GANAS de que así sea. Lo que te llevará a hacer autocrítica, a revisar las conductas que tengáis unas y otros en la relación y plantearte nuevxs objetivos, no será el amor romántico que te vende Disney, ni la obligación de cumplir con las expectativas de tu familia antes de que se te pase el arroz… Sino las GANAS que a ti te surjan a la hora de hacer algo funcionar y llevarlo adelante. Por lo tanto, que no te engañen: no se acaba el amor (porque creemos a pies juntillas que el amor no se destruye, sino que se metamorfosea en otra cosa) , no aparecen otras personas (porque sabemos que existen modelos amorosos en los que varias relaciones pueden convivir paralelamente sin ser descuidadas) … Cuando alguien quiere buscar una excusa para no hacer funcionar lo vuestro, te contará todo tipo de milongas, pero realmente lo que empuja adelante cualquier relación, la clave, son las GANAS. Por lo tanto, si tienes GANAS de tener una relación basada en los cuidados y el respeto: LA VAS A TENER.

 

Y así, con este post, decimos adiós a septiembre y al tema del amor. ¿Cómo vives tú el amor? ¿Cómo son esos intentos y logros de crear relaciones positivas? Vamos a lanzar una proppuesta… Pilla la cámara y plasma tus vivencias sobre el amor en un vídeo que puedes presentar al #BBConcurso2017. El mes que viene hablaremos sobre cuerpos. ¿Cómo vivimos nuestros cuerpos? Y es que, ¡vamos a reinvidicar (bueno, seguimos) la diversidad de cuerpos! ¿Quiéres difundir con nosotras y nosotros tu #ActitudBB? Let’s go!

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