«El entorno más crudo para salir del armario sigue siendo la escuela». Lala Mujika Aldarteko psikologoari elkarrizketa

Aldarteren sentsibilizazio kanpaina baten kartela

Zer egin klasean nire sexualitateagatik edo neska eta mutilen rol tradizionalekin apurtzeagatik irainak jasotzen baditut? Ze erreakzio izango ditut nire lagun taldean eta familian gay, lesbiana edo trans naizela aitortzen badut? Trans sentitzen naiz baina 18 urte izan arte ezin dut izena aldatu. Nola bizi behar dut egoera hori? Horrelako galderak bota dizkiogu Lala Mujika, Aldarte elkarteko kideari. Aldartek gay, lesbiana eta transexualei arreta eskeintzen die, eta asteartero gazteentzako bilerak antolatzen ditu. 

¿Sigue siendo difícil ser adolescente gay, lesbiana o trans?

Totalmente. Ayer mismo vino un chaval en cuyo centro había tres casos de bullying; a dos chicos que habían reconocido que les gustaban los chicos, y a una chica. Es una de las edades más complicadas. En Aldarte vemos más casos de chicos que sufren bullying por su presunta homosexualidad. Creemos que es porque las chicas lo dicen menos. En cuanto a las personas trans, todavía dicen menos lo que les está pasando. Es una edad super difícil para entender qué está pasando con su cuerpo, por qué les dicen que son una cosa y se sienten otra.

¿Cómo suelen reaccionar las amistades cuando uno o una les cuenta que no es hetero?

Es la primera gente a la que se les habla del tema y vemos que hay mayor aceptación y comprensión que hace años. El chico que atendí ayer me decía que con sus amigos no tiene problemas, que incluso están dispuestos a defenderle ante los que se meten con él. Vienen muchísimos chavales acompañados por amigos.

Gazteak ondo sentitzen dira euren homosexalitatearekin. Informazioa eta erreferentzia positiboak dauzkate. Arazoa gizartearen heterosexismoa da

¿Y cómo se lo toman las familias? 

La situación tampoco está mal si la comparamos con hace diez años o treinta. Los padres se sorprenden, se extrañan, preguntan qué va a pasar… Pero después de esa primera impresión, tienen muy buena voluntad, se esfuerzan por apoyar. El entorno más crudo sigue siendo la escuela.

Se habla mucho de eso de salir del armario. ¿Recomendáis en todos los casos decir al mundo «soy gay, lesbiana o trans»?

Si no sabes cómo hacerlo, no siempre es buena idea. Aunque suene a retrógrado, si no sabes cómo llevar adelante estos temas, lo mejor es que lo vivas, con las contradicciones que supone no ser tan visible. Habla con las amistades, habla con los padres y madres. Pero, ahora mismo, en clase, yo recomendaría calma. No te lances a la piscina, no lo grites a los cuatro vientos sin pensar cómo lo vas a llevar. La gente se está encontrando toda clase de chismorreos y burlas. Es difícil.

Pero igual la mejor forma de callarles es decir: «Pues sí, soy lesbiana»…

En el papel, lo mejor sería decirles: “Pues sí, soy lesbiana, gay, o trans.  ¿Y a tí qué te pasa?”, mirándole a los ojos. Pero vemos que esa reacción no está parando las situaciones de acoso en la escuela; funciona más en la universidad. Para soportar eso hay que ser muy fuerte. Los chicos  y chicas viven con orgullo su identidad, lo que les disgusta es enfrentarse todos los días a un grupo de gente que cuchichea, se ríen, y les llama mariquita o bollera. No saben cómo pararlo, pero tampoco el profesorado ni los padres. Vemos que la chavalería lo cuenta a adultos y estos no saben qué hacer.

Entonces, ¿qué hacemos para combatir el bullying?

No es responsabilidad de los chavales, ni de los que acosan ni de las víctimas. Hay que hacer un trabajo muy a largo plazo. Que desde pequeñitos hablen del tema, que no se está haciendo más que de forma puntual. A corto plazo, el profesorado, los adultos, tienen que estar muy atentos y cortar de raíz cualquier tipo de abuso.

Insultos como marica o marimacho no se utilizan sólo para meterse con la orientación sexual sino para machacar a quien no encaja con los modelos de masculinidad y feminidad…

No hace falta ser gay ni lesbiana, sino que lo parezcas, según esos modelos. Si eres chico, basta con que no te guste el fútbol, no te guste ir de machito, no tengas actitud agresiva, para estar señalizado. Lo mismo ocurre con chavalas con aspecto masculino o aficionadas al fútbol.

Pena ematen dit trans gazteei ematen diegun bide bakarra hormonazioa izateak. Sentitzen duten generoan bizi dezatela eta gero askatasunez erabakiko dute ea hormonak hartu hala operatu

¿Es importante definirse como gay, lesbiana, bisexual o trans? ¿Es necesario identificarse con una identidad?

Perdemos mucho tiempo preguntándonos qué soy yo. Más que las definiciones, lo importante es vivir lo que sientes, disfrutar de la sexualidad sin armarios, sin tener que decir “oh, dios mío, qué me está pasando, que soy lesbiana”. Pero es inevitable en esta sociedad. Si no eres heterosexual, te vas a preguntar si eres normal.

En todo caso, decías que la juventud no vive su orientación sexual como un problema; que el único problema es la homolesbotransfobia.

Cuando yo era adolescente, no se oía absolutamente nada de homosexualidad y transexualidad. Ahora los chavales y chavalas desde muy pequeñitos lo han visto en series, se lo han contado en la escuela… Tienen información y referencias positivas como para pensar que no son tan anormales ni tan monstruos. La gente a los 13 o 14 años se siente bien con su homosexualidad, pero se enfrenta a una sociedad que es muy heterosexista. Todavía se da que cuando una chica dice que le gusta otra chica y viceversa, se le conteste que es una fase, que no se preocupe, que se va a arreglar. ¿Y ser heterosexual no es una fase? Pocas veces se encuentran con gente que les anime a vivir su sexualidad. Yo les diría que no hagan caso.

Las personas transexuales no pueden cambiar su nombre y sexo de la documentación hasta que no son mayores de edad. ¿Cómo lo ves? 

No me parece un tema tan complicado como se empeña la gente. Si una persona menor se comporta de una manera contraria a como le están diciendo que se tiene que comportar, hay que dejar que surja lo que tenga que surgir. Puede ser transexualidad, que le guste travestirse o lo que sea. Después decidirá con libertad si se hormona o se opera. Hay tanta preocupación que ante un caso así en seguida se les lleva al psicólogo, a plantearse la operación… ¿Que Luis quiere que ahora le llames Cecilia? Pues llámale Cecilia, que no va a pasar nada. La Asociación de Psiquiatría de Estados Unidos está empezando a decir estas cosas, que hay que dejar a las personas actuar según el género que sienten. Me da pena que haya una definición tan médica de la transexualidad, que la única vía que damos a un menor sea la hormonación. Además, hasta la adolescencia las personas no se desarrollan; ahí es sencillo ir hacia el género que sienten. Muchas veces no es una decisión tanto de la persona, sino de lo que le exige la sociedad. Habría que trabajar por que las personas puedan vivir como transgénero, que sea una opción.

¿Qué recomiendas a jóvenes que se sientan solas o solos por su orientación sexual o identidad de género? 

Internet es interesante, la juventud lo está usando mucho para contactar con grupos determinado. El asociacionismo también es una buena opción. En Aldarte, los martes tenemos un grupo de apoyo para jóvenes entre 14 y veinti tantos años, para que se conozcan, intercambien recomendaciones, etc. Según nuestra experiencia, los espacios deportivos son muy importantes para las chavalas lesbianas. En todo caso, que no se queden parados y paradas: cada vez hay más gente joven que se está moviendo para vivir su sexualidad en libertad.