Categoría: <span>Igualdad</span>

Vivencias y miradas de una mujer con diversidad funcional.

Y sí, así comienzo.

Nosotras también follamos. A pesar de que la sociedad piense o no tenga presente que existen cuerpos y maneras diferentes de follar. Muy a pesar de que la sociedad siga imaginando que al tener diversidad funcional es complicado de follar.

La sociedad olvida que somos personas sexuadas, y que por lo tanto también como el resto tenemos nuestras necesidades sexo-afectivas. Aquí es donde me paro a hablaros sobre miradas, miradas que duelen. Miradas que te etiquetan, miradas que te miran diferente, miradas juzgadoras, miradas que siguen dejándote en los márgenes.

El imaginario social, no responde a la demanda de normalizar nuestra presencia en la sociedad, y menos todavía a que acepte que nosotras también vivimos nuestra sexualidad. Una sexualidad que por una parte la veta y por otra se trata con paternalismo.

Curioso es que nuestra sociedad cuando ve a una pareja con diversidad funcional diga “que bonito, han encontrado el amor”, y a la vez, lo rechace. No se ven contigo, porque la diversidad no es atractiva. Y aquí llega la gran sorpresa. La diversidad es atractiva. Porque un estereotipo no es siempre atractivo. Todos los cuerpos son válidos, atractivos y los nuestros también lo son. Lo atractivo son las miradas, son las maneras de conectar, son las conversaciones interesantes, son el encontrarse en un conjunto de adversidades en ambas partes. Porque conectarse bidireccionalmente es atractivo.

Y os preguntaréis, ¿qué es conectarse bidireccionalmente? Conectarse bidireccionalmente, es que la persona que te acompaña entre en un mundo que desconoce. Que las comunicaciones, las formas de hacer y las formas de actuar se hagan desde el esfuerzo mutuo. Significa llevar a la práctica la aceptación de la diversidad, dejando de lado el paternalismo y normalizando las relaciones entre personas.

En definitiva, dejar de lado mi diversidad no normativa y a la vez aceptarla. Porque mi silla es parte de mí pero no es todo de mí. Porque mi sordera, es parte de mí pero no es todo de mí. Porque mi ceguera es parte de mí, pero no es todo de mí. Porque mi parálisis es parte de mí, pero no es todo de mí. Porque mi diversidad intelectual es parte de mí, pero no es todo de mí. Y las personas, la sociedad tiene que enfrentarse y romper las barreras que le impiden verme como cualquier otra mujer, capaz de querer, capaz de follar, capaz de sentir, capaz de comprender, capaz de ser independiente y a la vez estar en una relación.

El miedo a la diversidad no está en mi lado, está en tu lado.

REFERENCIAS AUDIOVISUALES:

Documental: Yes, we fuck! 

Canción: VIVAS, Mujeres con discapacidad intelectual cantan por la igualdad.